lunes, 3 de diciembre de 2012

CEPAL
Uruguay único en la región con menor pobreza y desigualdad

Acaba de ser publicado el informe “Panorama Social de América Latina”, publicación anual de la Comisión Económica de América Latina (Cepal). Uno de los temas centrales del documento es la evolución de la pobreza y de la desigualdad y el ranking de países según la mejor situación simultánea en pobreza, indigencia y desigualdad.
DANIEL OLESKER
MINISTRO DE DESARROLLO SOCIAL
ECONOMISTA 

Uruguay comparte los valores de menor pobreza y de menor indigencia con Argentina y los de menor desigualdad con Venezuela. Argentina, Venezuela y Uruguay son tres países que han emprendido activas políticas de redistribución del ingreso y de la riqueza. El reconocimiento de la Cepal es el resultado del esfuerzo político realizado.
La mejora simultánea de la pobreza y la desigualdad solo se puede explicar por un conjunto de acciones redistributivas activas de la política pública, de las que se repasan a continuación algunas.
Política salarial
A comienzos de 2004 la evolución de los ingresos de trabajadoras y trabajadores era catastrófica. El salario mínimo nacional en 1999 era, respecto al valor de 1985, el 35%, o sea se había reducido a la tercera parte. Luego de 14 años, de los cuales 12 fueron de crecimiento económico, el salario mínimo nacional se redujo a la tercera parte. Las razones de esto estuvieron en la voluntad política de los gobiernos posdictadura, que decretaron los aumentos del salario mínimo nacional muy por debajo de la inflación y decidieron no convocar a los Consejos de Salarios.
El Frente Amplio hizo todo lo contrario. Como muestra el Gráfico 1, se aumentó en 265% –en términos reales– el salario mínimo nacional y se reactivó la convocatoria a los Consejos de Salarios. Consolidando este proceso, se aprobaron unas 15 leyes de afirmación de derechos laborales, destacándose las de negociación colectiva, fuero sindical y servicio doméstico.
Otro factor que acumula en la dirección de mejora de los ingresos y que contribuye a mejorar los niveles de severidad de la pobreza, es las asignaciones familiares, cuyo promedio era, en 2004, 322 pesos a valores de 2011. La asignación promedio hoy es de 624 pesos, es decir un aumento del 100% en términos reales sobre el promedio.
Para poner un ejemplo de estos cambios: dos jóvenes de nuestro país, ella cajera de un supermercado y él docente grado 2 con 30 horas en Enseñanza Secundaria y con un hijo, ganaban, en 2004, menos del 70% del valor de la línea de pobreza; hoy la superan, es decir dejaron de ser pobres.
En síntesis: salarios desregulados y con decretos a la baja en el pasado; salarios regulados y estímulos al alza, en especial de los más bajos, en el presente.
Política de empleo
En los años 90 existía la convicción de que si la economía crecía era natural que creara empleo y absorbiera el desempleo. Sin embargo, lejos de que ello sucediera, en el año 1998 había mucho más desempleo que al comenzar el período de crecimiento económico.
La convicción del actual gobierno es bien distinta. Para lograr objetivos en materia de empleo no alcanza con que la economía crezca. Son fundamentales las políticas activas de empleo, donde el Estado pone en marcha instrumentos de promoción del empleo. Como ejemplo, destacan las políticas de estímulo a la contratación de trabajadores en el sector privado, con apoyos económicos ligados al número de empleos creados, incluidos en la ley de inversiones, con especial énfasis en el sector de las pequeñas y medianas empresas.
Al mismo tiempo, un factor central de la mejora del empleo ha sido la creciente formalización de las personas. Como muestra el Gráfico 2, la informalidad era en 2004 más de 40% y ha bajado año a año en una tendencia clara y duradera al 28% en 2011, fruto de las políticas públicas de estímulo a la regulación y al control público y social.
En síntesis: desregulación laboral, estímulo y no control del trabajo informal en el pasado; creciente formalización en el presente.
Reforma tributaria
La estructura tributaria de la reforma es un todo articulado, solo detengámonos en esta nota en algunos cambios relevantes que potenciaron la redistribución de la riqueza y de los ingresos:
- Eliminación del nefasto impuesto a los sueldos puesto por el gobierno de Lacalle, incrementado por el segundo gobierno de Sanguinetti y luego mucho más aún por el gobierno de Batlle. Ese impuesto fue sustituido por un impuesto a la renta de las personas físicas que pone a todas las personas en igualdad de condiciones. Es un impuesto progresivo, donde paga más quien gana más, y que ha permitido que miles de personas dejen de pagar impuestos por sus sueldos y sus jubilaciones.
- Impuesto a las contribuciones inmuebles rurales (ICIR), progresivo y en la misma lógica de que pagan más quienes tienen las mayores riquezas acumuladas.
- Devolución total del IVA a más de 200 mil hogares que tienen los menores ingresos.
En síntesis: impuestos pagados casi exclusivamente por quienes trabajaban o estaban jubilados en el pasado; impuestos progresivos y en la lógica de que paga más quien tiene más en el presente.
Reforma de la salud
La reforma de la salud permitió la accesibilidad universal al sistema de salud, incluyó todo el núcleo familiar a través de la seguridad social, reduciendo el gasto privado que realizaban las familias, y aumentó de 170 a 800 millones de dólares el gasto en ASSE, lo que mejoró notoriamente los recursos destinados en salud a la población de menores ingresos.
En síntesis: acceso a la salud solo para quienes podían pagarla en el pasado; acceso universal aportando según ingresos, y recibiendo según las necesidades, en el presente.
Síntesis final
Han pasado 2 años y medio de gobierno de Mujica y 7 años y medio de gobierno frenteamplista:
- las mejoras redistributivas han sido notorias;
- las pérdidas de poder discrecional de uso de los recursos públicos es un hecho;
- la defensa severa de los derechos de trabajadoras y trabajadores ha sido un eje central,
- el papel regulador del Estado para defender el proyecto nacional y limitar el abuso del poder económico ha sido muy firme,
- el impulso a las formas asociativas y democráticas de poder popular han sido una constante de estos años, dando cauce a la participación social,
- el impulso a la economía social ha tenido un significativo salto cualitativo con la creación del Fondes, como fondo de financiamiento para los proyectos productivos de autogestión.
Todos estos avances estructurales profundizan la transformación hacia un modelo de desarrollo socialista (con propuestas que hemos definido protosocialistas), cuyos ejes son la igualdad social y el acceso universal a los derechos humanos.
En ese camino de transformación comprometemos todos nuestros esfuerzos.
Artículo especial para LA REPÚBLICA

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