El FA dio los votos y el Sunca lo festejó como una conquista social

ESTIMAN VARIOS MESES DE REGLAMENTACIÓN DE LA LEY DE RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL

Los 16 senadores del Frente Amplio aprobaron este martes, por mayoría, el proyecto de ley de responsabilidad penal del empleador. La oposición en bloque votó en contra del proyecto, que ya había sido aprobado en Diputados a fines del año pasado, también con los votos únicamente del Frente Amplio.

Con la aprobación en ambas Cámaras, ahora el proyecto de ley pasa al Poder Ejecutivo. Ni bien se aprobó, los pocos sindicalistas de la construcción (Sunca) que estaban en las barras comenzaron a gritar y a aplaudir. El presidente del Senado, Danilo Astori, desalojó las barras. El Sunca celebró la votación en las afueras del Palacio Legislativo, donde instaló una pantalla gigante para seguir las alternativas de la sesión.

Su principal dirigente Oscar Andrade calificó la aprobación de la ley como una “conquista social”. Ayer, culminó el trámite de la ley de responsabilidad penal, derivándola al Poder Ejecutivo ayer mismo para su reglamentación que, ya se intuye, le demandará varios meses en esa tarea debido a que posee varias áreas de afectación laboral de aplicación poco clara.

Los 13 senadores blancos y colorados la votaron negativamente en general aunque hubo acompañamiento de cinco legisladores de estos dos partidos en el artículo segundo de la ley; el que establece que “si hubiera mediado dolo o culpa grave del empleador en el incumplimiento de normas sobre seguridad y prevención, este deberá reparar integralmente el daño causado, en todo cuanto no hubiere sido cubierto por el seguro de conformidad con las disposiciones de la presente ley.

En este caso además, el Banco excluirá el siniestro y recuperará los gastos generados por la asistencia médica prestada y las sumas de dinero necesarias para atender la totalidad de las indemnizaciones previstas en la ley”.

Faltaron dos senadores de la oposición a la hora de votar: Jorge Saravia, del Partido Nacional y Alfredo Solari del Colorado. Este último participó durante casi todo el debate pero debió ausentarse minutos antes que terminara la sesión ya que debía estar presente en la inauguración de su sede partidaria. Saravia no asistió en toda la jornada y se ve imposibilitado de designar a un suplente por el pasado emepepista de la lista que lo llevó a ocupar la banca que hoy ostenta.

Desde la mañana y hasta que terminó la votación de la ley, el entorno del Palacio Legislativo fue una olla a presión. El sindicato de la construcción copó los alrededores del viejo edificio y montó una pantalla gigante sobre la avenida de las Leyes en su intersección con la calle Colombia y tomó además toda una cuadra con sillas para seguir al minuto la sesión que, dependiendo del legislador que hacía uso de la palabra, se lo aplaudía en señal de apoyo o lo rechazaban en una fuerte rechifla.

Se estima que más de 3 mil trabajadores afiliados al Sunca participaron de la actividad que se vio acompañada de un paro durante todo el día en el sector. Un centenar de ómnibus trajo a decenas del interior del país. El PIT-CNT acompañó y convocó a la concentración pero sin paros en ninguna otra rama de actividad. Dentro del Palacio, las barras del Senado estuvieron poco ocupadas. Allí siguió el debate el secretario general del Sunca, Oscar Andrade.

Las posiciones

Tal como se había acordado unas horas antes de la sesión, el Frente Amplio dio unánimemente sus votos a la ley tal cual provenía de Diputados, pero legisladores de los sectores que integran el Frente Líber Seregni como Rodolfo Nin Novoa, Carlos Baráibar y Rafael Michelini dejaron establecido que discrepaban con su redacción. El vicepresidente Danilo Astori, al momento de votar la ley en general, dijo que las posiciones de esos senadores lo “representaban fielmente”. El senador de la Vertiente Artiguista Enrique Rubio tuvo una posición similar a estos pero menos cuestionadora con la ley.

Michelini confesó que la ley “nace frágil” y destacó que el FA estuvo omiso en cuanto a requerir la opinión de catedráticos sobre la ley; “precisábamos más opiniones y no solo la de (José) Korzeniak” y advirtió que “no quiero estar poniendo la cara en seis meses ante los trabajadores para decir que la ley cayó porque tiene vulnerabilidades”.

Rodolfo Nin Novoa, por su parte, declaró que “no actuamos por impulso sino honestamente” y aclaró que tampoco se quiso promover “la inconstitucionalidad (de la ley, sino que) nosotros prevenimos, estamos actuando como un técnico prevencionista”. Reiteró que “hay problemas en la redacción” pero no “en el fondo del proyecto que ojalá dé los resultados que de ella se espera”.

El senador del MPP Ernesto Agazzi destacó también que la ley “es preventiva” a diferencia de la presentada por el Partido Nacional, que “actuaba en casos de daños graves o muertes”. Para el legislador, el país “tiene que hacer esta ley por sus fallas en la sociedad; porque no tenemos la conducta de preservar la vida”. Casi 10 horas demandaron los senadores para sancionar la primera ley de responsabilidad penal que tiene el Uruguay en su historia cívica.

Lo público, lo privado

El senador de la Vertiente Artiguista, Enrique Rubio, reconoció anoche ante LA REPÚBLICA una vez aprobada la ley que posee algunos áreas poco claras en cuanto a su aplicación “por lo que la reglamentación pasa ahora a ser fundamental”. Rubio confesó que no está establecido si la ley de responsabilidad penal se aplicará con la misma rigurosidad en el ámbito privado como en el público. “Incluso, a mi entender y teniendo en cuenta el orden jurídico, tampoco creo que afecta al servicio doméstico” dijo, “aunque sí a las cooperativas y aquellas Pyme o las empresas unipersonales que poseen dos o tres dependientes”.

El debate

El senador comunista Eduardo Lorier fue el informante de la ley y el que más participó en el debate al punto que en las escasas veces que hubo un cruce de palabras fue protagonizado por él y el senador (suplente) Pablo Abdala. Este último señaló en sala que si la ley hubiese estado vigente meses antes, el entonces ministro de Trabajo Brenta debería estar preso, a raíz de la muerte de un trabajador en la sede ministerial de Trabajo, tras sufrir un accidente.

Lorier informó sobre números de siniestralidad asegurando que en el país se registra un fallecido por semana y al año, más de 50.000 accidentes y 50 muertos promedio. Acusó a algunos empresarios de “practicar el terrorismo” al “sembrar” de dudas la ley.

El senador colorado Ope Pasquet puso en duda las cifras de accidentes laborales dadas a conocer por Lorier y aseveró que hay más accidentados por el tránsito que en materia laboral. Calificó a la ley como “una hoja en blanco”.

El nacionalista Carlos Moreira la tipificó como una ley “vaga e imprecisa” e intuye que de ahora en adelante, “cualquier persona, cualquier hijo de vecino podrá ir y denunciar cualquier cosa. Esta ley no es el camino para proteger esos derechos y no traerá beneficio alguno”.

El colorado Alfredo Solari subrayó que es “una ley parcial” porque “se toma y se contempla desde el punto de vista de los trabajadores” subrayando que no se tuvieron en cuenta “tres factores básicos para crear la norma: lo humano, lo físico y lo tecnológico”.