Como es usual, el presidente madrugó para votar. Habló de los uruguayos, del final de su gestión que se acerca y de “bailar con la hermana”

El fusca en Ruta 1, con el chofer y Topolansky sentada atrás, mirando la cámara

Mujica comenzando el proceso de votación

Mujica espera para ingresar al cuarto secreto

Mujica habló por ocho minutos con la prensa

Vecinos se toman fotos con Mujica

Topolansky esperó que Mujica votara dentro del auto

Mujica se saca fotos con los vecinos luego de votar en Casa Cuna

El presidente a algunos metros de su chacra, emprendiendo el viaje a las urnas
A las 7:50 de la mañana el fusca del presidente José Mujica iluminó la calle de tierra del Camino del Colorado, en el que recién despuntaban los primeros rayos de sol. Algunos medios de prensa esperaban su pasada en el quincho de Varela, último bastión al que la seguridad presidencial dejó que la prensa llegue.
Una Ruta 1 vacía dio espacio para una caravana de cuatro autos, el del presidente y su coche escolta, y la prensa que siguió su camino.
Luego de desembocar en Carlos María Ramírez, la tranquilidad de Rincón del Cerro se cambió por el circuito de Casa Cuna con unos 30 periodistas y vecinos alentando a Mujica y tocando la bocina.
El presidente llegó a las 8:00 en punto al lugar de votación y ya tenía a un señor de edad similar delante de él. Saludó a los integrantes de la mesa y confundido agarró dos sobres. Se le indicó que era uno solo, se dirigió para el cuarto secreto y esperó a que el primer votante saliera.
Demoró muy poco ahí adentro y salió unos 30 segundos más tarde. Se olvidó de quitar la tirilla, los integrantes de la mesa se lo advirtieron y con algo de torpeza en los dedos, la quitó. Introdujo el sobre en la urna sin posar para las cámaras.
Cuando se retiró habló con la prensa y tocó varios temas. Comenzó anunciando el “día normal de fiesta cívica de los uruguayos” y exhortó a que todos los uruguayos de todos los partidos políticos vayan a las urnas. “Se inicia el ciclo de renovación que marca la Constitución y me parece que es bueno que la sociedad asuma”, dijo Mujica.
Contó que su jornada continuaría acompañando a su esposa, Lucía Topolansky. “Y después, no sé”, dijo.
En referencia al hecho de que su mandato está acercándose a su final, dijo: “No veo el momento de sacarme los zapatos que me aprietan. Me aprietan, seguro”.
Con respecto al ambiente electoral en Uruguay, señaló que “todavía está frío” y aprovechó para repetir el discurso que refiere a la sociedad especial que es la uruguaya y su poca inclinación al trabajo. “Y en la cuestión electoral manifestamos lo mismo. Arrancamos suave, despacito, la vamos llevando y después vamos calentando los motores (…) Los uruguayos son así. No se embalan. Después en octubre va a haber unas elecciones importantes”, subrayó el presidente.
“Pienso que alguna gente se confunde, los uruguayos somos una sociedad especial. Los números están revelando que el Uruguay produce comida para 28, 30 millones de personas, es una cosa importantísima, somos tres millones y poco y producimos… En Japón, cuando la gente se jubila, frecuentemente tiene que ir al psiquiatra y hacer tratamiento porque están condicionados por el trabajo, eso a los uruguayos nunca nos va a pasar, porque los uruguayos trabajamos para vivir, pero no vivimos en general para trabajar”, dijo Mujica.
Cuestionado sobre el hecho de que ha sido criticado por decir que a los uruguayos no les gusta trabajar, determinó: “Yo digo las cosas como son. Trabajamos lo que necesitamos para vivir pero nos gusta el fin de semana largo, nos gusta tener tiempo para comer un asadito con los vecinos, nos gusta ir al boliche, nos gusta tener tiempo, y viven los uruguayos. Eso que me quieren hacer que los uruguayos tenemos que ser como los japoneses y otros países que laburan, laburan, laburan… ¡No! Si la vida es corta y se nos va”.
En referencia a las declaraciones que hizo en su adición de M24, donde declaró que estas internas del Frente Amplio serán como “bailar con la hermana”, subrayó: “No hay que darle tanta vuelta. En el Uruguay cuesta de repente tiempo procesar una figura política para que sea candidato a la presidencia, le damos vuelta, nos lleva años. ¿Qué vamos a renegar de lo que somos? En Uruguay no se inventan candidatos como en otros países que los sacan de la galera. Acá no pasa. Nos llevamos tiempo”.
Finalmente halagó a sociedad uruguaya, dijo: “Somos fenómenos, tenemos defectos en pila, pero para convivir… ¿Dónde van a encontrar un presidente que ande en la calle como yo? ¿En qué país? O que lo puedan parar en un boliche… Que uno lo aplaude y el otro lo relaja, y ta, es lo mismo. ¿Quién banca eso? Den una vuelta por el mundo a ver si se encuentran una cosa de esas. No lo van a encontrar. Entonces nosotros tenemos nuestros defectos pero también tenemos nuestras virtudes”.
“El gobierno va a seguir gobernando. Hay que seguir hasta el final. Nosotros tenemos una agenda y vamos a tratar de solucionarle o dejarle arrancado algunas cosas que son difíciles, todo lo que podamos dejar encaminados al gobierno que venga, fuera el que fuere. ¡Primero el país!”, sentenció.
Luego de terminar su conversación con la prensa, Mujica se dirigió a su auto, el popular "Fusca" celeste. En el camino, varios vecinos le pidieron para tomarse fotos y el presidente fue partícipe de más de una "selfie".
Se subió al auto, Topolansky le pasó el cinturón de seguridad inmediatamente y se fue rumbo a Pocitos, donde su esposa votaría unos 15 minutos después.

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